top of page

Todo existe sólo que no lo sabemos.

  • Foto del escritor: Sergio Velasco Muñoz
    Sergio Velasco Muñoz
  • 8 sept 2015
  • 2 Min. de lectura

(Imagen de Salvador Dalí)


“Las limitaciones y los obstáculos para aprender la realidad son característicos de todo tipo de organismos, cualquiera que sea su grado de organización. La constitución del cuerpo humano determina nuestra experiencia de la realidad, pues nuestras fronteras biológicas delimitan lo que podemos percibir. El sistema nervioso central recibe mensajes de ciertas zonas de la marea y del fluir del mundo natural; pero una cantidad mucho mayor de hechos están más acá o más allá de nuestras posibilidades de ¨sintonización¨. Nuestra realidad está hecha de lo que somos capaces de sintonizar” Daniel Coleman

Tomé esta cita del libro “Otros Mundos, Otros Universos” de Brad Stinger/John White; que resulta adecuada para lo que plantearé en este artículo.


La experiencia de cada ser vivo se basa en la forma en que nuestros sentidos perciben nuestro entorno, donde podemos utilizar los términos de “Realidad cercana” y “Realidad Lejana”, y la relación entre lo próximo y lo distante.


Las posibilidades de adquirir conocimientos se encuentra limitada por nuestra existencia física, su alcance. Hasta donde podemos ver, escuchar, sentir, oler o degustar y es más accesible aquello que está más próximo a nosotros de cual adquirimos nuestras experiencias, registros que se guardan en nuestra mente que desde luego conservamos y reproducimos.


Fundamentalmente lo que no se percibe con los sentidos no existe, por ejemplo, de más de 6 mil millones de personas que habitan en nuestro planeta conoceremos sólo a aquellas en nuestro entorno cercano, familia, amigos, vecinos personajes públicos, etc. El resto no existiría dentro nuestros registros mentales, eso no quiere decir que todas las personas que no conozcamos hayan dejado de existir.


Pasa lo mismo con la realidad, registramos y conocemos aquello que percibimos con nuestros sentidos lo que nos limita a conocer la totalidad de la realidad. La mente no es capaz de conocer todo y al desconocer gran parte de lo absoluto lo damos por inexistente.


“El Mito de la Caverna” de Paltón, es esencial para darse cuenta que incluso la percepción de la misma puede deformarse. Interpretar la realidad a partir de sombras y sonidos confusos nos dará una estructura real totalmente falsa e incompleta, aunque toda concepción de la realidad es falsa e incompleta, diferente a la “realidad realmente material o absoluta”. La forma de mirar nuestro entorno es diferente para un ciego que para un vidente o para un miope, alguien que no escucha registrara su entorno de diferente manera que alguien que escucha perfectamente. En fin la percepción varía de una persona a otra. Cada individuo interpreta lo real de acuerdo a ideas pre-concebidas y experiencias que son individuales e irrepetibles.


Sólo nos queda tomar conciencia de que nuestras realidades son “ilusorias realidades dobles de la realidad absoluta”, que valga la redundancia. Y llegar a decir aquello que dijo Sócrates: “Sólo sé que nada sé”.


Fuentes Consultadas:

http://centaurea.cultureforum.net/t762-el-mito-de-la-caverna-platon

http://es.wikipedia.org/wiki/Poblaci%C3%B3n

Brad Stinger/John White, Otros Mundos, Otros Universos, edit. Graficas Diamante, Barcelona 1977.

 
 
 

Comments


bottom of page